Ante el programa de Salvados
titulado “Televisión pública: políticos al mando”, emitido el domingo 4 de
noviembre, el periodista Julià Álvaro tuiteó lo siguiente: “ Estimat Évole:
parlar de manipulación en TV i no passar per Canal 9 és com parlar d’ETA sense
visitar Euskadi.” Siguieron tras éste otros mensajes de 140 caracteres o menos
que, muy al contrario de lo que se suele pensar, da para decir muchas verdades.
La verdad tampoco ha de obsesionarnos (¿a quién le importa?), pero es cierto
que da seguridad para afirmar cosas y posicionarse tras ellas. Julià Álvaro
además de ser periodista de Canal 9 y uno de los pocos críticos con el ERE que
se ha dedicado a escribir de ello, algo que se le supone a un periodista pero
que no siempre ocurre, además, digo, tiene un blog muy interesante: http://juliaalvaro.blogspot.com.es
donde desgrana con acierto y tino artículos que reflexionan sobre la profesión
del periodismo y la situación de precariedad y desconcierto que lo define en la
actualidad.
No en vano, los blogs, la red
Twitter y, en menor medida, Facebook han venido a sacudir la poltrona de los
grandes medios periodísticos, aquejados de un reuma al que no encuentran
solución, al menos con el papel. El ERE de El País, que se lanzará sobre 129
profesionales del periodismo, se suma a los varios de miles de la profesión que
están dando con sus huesos en la calle y/o en la blogoesfera. El silencio de
muchos periodistas y escritores al respecto del ERE de El País es sintomático:
hay clases sociales, y su consabida lucha, entre las páginas del periódico que
fue una referencia no sólo para el progresismo y la izquierda, sino también
para el conocimiento y la libertad de opinión de este país.
Los chicos de Revista Mongolia
descuartizan la situación de este periódico en particular y de PRISA en general
en su sección Reality News, con artículos de investigación y gráficos de
“hermandad” entre los responsables del desplome, encabezados por Juan Luis
Cebrián, ese sujeto que cobra más en un año de lo que cobrarían el doble de los
trabajadores destinados al despido. Es decir, ¿13 millones de euros?. Es decir,
¿lo que ganarían en un año unos 350 trabajadores? Todo esto es aproximado,
claro, porque El País sigue sin decir nada de su remuneración, como indica
Carlos Carnicero (querellado contra la Cadena Ser y resultante ganador) en
Twitter: “He leído la diatriba de El País contra sus trabajadores y no aclara
ni la remuneración de Cebrián en Prisa ni el sueldo del director”.
O Rosa María Artal, una tuitera
de pro, que “desnuda” la nimiedad de lo más visto en El País, mientras dice:
“Aquí (Twitter) interesan otras cosas. Pero ya se sabe de “las tendencias
libertarias de muchos de quienes ocupan las redes sociales”. Como decimos, 140
caracteres da para decir muchas verdades. Palabra de Twitter. Álvaro de los Ángeles
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