sábado, 17 de noviembre de 2012

La desgracia de adivinar el futuro

Puede parecer paradójico pero ojala me hubiera equivocado. Ahora no podría decir ya lo dije yo, sin embargo, no estaríamos empantanados en esta crisis fin de modelo tan dura y tan injusta. En la primavera del año 2006, cuando aún quedaban dos años de récords en la construcción de casas y en el crecimiento económico, servidor publico un articulo en la revista cultural MONO en su numero 7 (ISBN 1695-5579) con el título Fotografías desenfocadas de la Valencia del Siglo XXI. Amor, peleas de gallos, riesgo, futbol y escaparates donde se ponía en evidencia la facilidad para dibujar el futuro con sólo asomarse a la ventana.

Las ciudades y el riesgo. Pensar en ciudades se ha convertido en un deporte de riesgo, la burbuja está hinchada, vamos de récord en récord y en la caja 507 no cabe mas dinero negro. Los cuentos de la lechera se suceden y cualquiera te cuenta con los ojos brillantes lo que pagó por su piso y lo que le darían ahora si lo vendiera. Si hubiera un medidor de aficionados a la especulación seríamos los campeones del mundo. El que se ha metido cocaína sabe que después del subidón viene el precipicio. Cuando la curva de crecimiento se tuerza los últimos serán los primeros. A veces miro los precios en las inmobiliarias y me resigno. El valor de cambio esta pervertido, el precio no recoge lo que vale sino lo que la media esta en disposición de pagar y como somos tantos lejos de esa media... Era de esperar que todo esto ocurriera en la tierra de las oportunidades donde la ética política esta contenida en la afirmación enigmática del yo estoy en política para hacerme rico. El anarquismo urbanístico y sin freno ha florecido con un sinfín de PAES alucinantes y el conseller con todas las ideologías en su biografía ofrece un pacto sacando pecho e insultando a la ecología y a la lógica. Cuando los millones de billetes de 500 euros salgan de las cloacas del capitalismo basura la fiesta habrá terminado. Este mes ha subido el euribor y el precio del dinero en el corazón del imperio. Que desafio más estimulante.(...)

 Futbol y constructores. El mundial de Italia sentó cátedra. Suerte que aquí en España no hay Mafia y todos están limpios. Construyen casas para que se cumpla el mandato constitucional y no se olvidan del pueblo que necesita comulgar con sus colores y disfrutar con los mejores jugadores del mundo. Llegar a las televisiones globales en aquellas finales de Champion fue algo grande, muy grande. Nos veían en México y en algún canal por cable de los USA. Abrimos el telediario todos en el palco, increíble. Necesitamos un campo que refleje nuestro poderío y la gente necesita vivir en pisos en la Avenidad de Aragón. La derecha descubrió por fin la máxima de Lenin de a cada cual según su necesidad. Las grúas son el paraíso. ¿ No ves como ha cambiado el Sky Line de la ciudad? Los rascacielos amenazan con tragarse el Palacio de Congresos de Foster, ¿ No te parece maravilloso? Los enormes atascos de la avenida se suceden a diario como una metáfora del crecimiento y de la riqueza. Pensar en rehabilitaciones en Ciutat Vella, o en inversiones públicas en Patraix, Campanar, Nazaret, Torrefiel o en las ciudades dormitorio del área metropolitana parece un atraso. El futuro está en esos edificios que tocan el cielo. Quedan tan bonitos en las fotografías (…)

Ciudades de llegada y estaciones de paso, comidas de fusión, restaurantes de diseño, iglesias que se abren a nuevos fieles iberoamericanos, tiendas de todo a cien, repartidores de butano eslavos, cuidadoras de ancianos que aún usan el usted, albañiles del Este y tiendas de Kebabs. Domingos en el cauce del río donde los ecuatorianos juegan al fútbol y los centroafricanos duermen bajo el puente con todas sus cosas en bolsas como si su travesía desde la miseria aún no hubiera terminado. Pastelitos marroquíes y tiendas halal en la calle Sueca, locutorios internacionales y ofertas para enviar dinero. Artesanía africana cerca de la estación de Renfe. Electrodomésticos baratos en Isla Canarias. Discotecas de reggaeton y asadores argentinos. De momento no hay que preocuparse, los colegios en línea en valenciano no tienen problemas de inmigrantes, los de línea en castellano ya se apañarán. Los suburbios franceses arden pero nosotros no tenemos porque preocuparnos, nuestros excluidos son muy educados. Las páginas de contactos de los periódicos son un crisol de culturas, los precios bajan y la oferta se multiplica y llega hasta los polígonos industriales. Los clientes valencianos ya pueden disfrutar de lo exótico por treinta euros y les da tiempo a volver a casa para cenar con la familia.

Ciudades con glamour, acontecimientos con marca, la Copa Louis Vuitton y lo que vendrá en el 2007, el Greenspace de Heineken, el Wintercase de San Miguel, L'Observaatori de Lois, el carnaval de Movistar que nos trajo a Carlinhos Brown a la Alameda. Nuestro conseller más mediático llegó a proclamar en medio del fervor carioca que Carlinhos era un valenciano más y que aquello reflejaba muy bien como somos los valencianos. El capitalismo tiene una cara glamourosa: la del lujo, el diseño y la marca. Los escaparates son capaces de encerrar el presente y desprenden un magnetismo revolucionario que puede llegar a ser parte de nuestra alma y de nuestras frustraciones. El paraíso comunista perdió la batalla de la seducción y China ha enterrado Tiananment sumándose a la fiesta de la producción y el consumo. Estamos en un momento excelente. La deslocalizaciones no deben desmoralizarnos porque Ikea, al final, conseguirá abrir su tienda. Las marcas nos eligen y homogeneizan nuestras calles más importantes y podemos proclamar con orgullo que la Calle Colón es una de las más caras de España, ¿No es para estar orgullosos? Todo va bien, hay proyectos urbanísticos pendientes que nos llenan de esperanza. Mientras las grúas acaricien el horizonte no hay porque preocuparse.

Lo que pasó en el 2008 ya lo saben ustedes, para que digan que no se veía venir. Marcos Rubio

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